Reunión de negocios con cuatro personas en traje alrededor de una mesa.

Aunque no lo hacemos conscientemente, cuando no estamos hablando, seguimos comunicando con el lenguaje corporal o no verbal; con nuestros movimientos y gestos externalizamos lo que pensamos internamente sin ser conscientes de que lo hacemos.

En la entrevista laboral el seleccionador puede, gracias al contacto personal, obtener información muy útil y veraz sobre los candidatos al puesto según el lenguaje verbal y corporal de los entrevistados; por tanto, tan importante es lo que el candidato dice de sí mismo como la manera en que lo expresa a través los signos del lenguaje no verbal, ya que el lenguaje corporal no miente, con nuestras expresiones reflejamos lo que pensamos, pues es muy difícil controlar a la vez lo que decimos y lo que expresamos.

El entrevistador tendrá que ser capaz de captar los mensajes que transmitimos inconscientemente con nuestro cuerpo, y cada vez prestan más atención al lenguaje corporal que se transmite mientras se comunica verbalmente; muchas veces cuando se afirma algo verbalmente, esa comunicación no corresponde con lo que se transmite con nuestros movimientos o gestos, y se deja claro que no se está diciendo la verdad, se vislumbran contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace.

Por ello es muy importante que conozcas cómo utilizar las posturas de tu cuerpo, los gestos de tu rostro o los movimientos de tus manos para transmitir una imagen positiva  de ti mismo ante la persona que te está evaluando.

De los consejos que comentan en sitio El Arte de la Estrategia para utilizar un lenguaje corporal adecuado, parecen interesantes:

Refuerza la primera impresión. La primera impresión va a marcar la dirección y tono de la entrevista, es vital y para ello lo esencial desde el punto de vista del lenguaje corporal es saber dar la mano en forma apropiada. Cuando des la mano mira a los ojos al entrevistador y dibujá una sonrisa de empatía, el apretón tiene que ser firme pero no muy alargado en tiempo.

Usa tus ojos para comunicarte. Debes intentar mirar al entrevistador directamente a sus ojos pero sin incomodarlo, y recordá que una mirada fija a los ojos puede ser interpretada como una señal de agresión y una mirada de costado es interpretada como deshonestidad; tu mirada debe ser empática que proyecte entusiasmo, interés y humor.

Sonríe. La sonrisa es esencial en nuestro lenguaje corporal para mostrar simpatía, aunque sin excederse y sin que sea forzada, se trata de sonreír no de reírse todo el tiempo y de todo; te recomendamos que entrenés en un espejo tu mejor sonrisa para que no parezca fingida.

Controlá tu pelo. A nadie le gusta alguien que permanentemente esté acomodándose el pelo o que caiga constantemente sobre nuestra cara; cuando una persona está todo el tiempo acomodándose el pelo, se puede interpretar como una falta de respeto, porque das a entender que no te interesa lo que te dice tu interlocutor, que estás pensando en otras cosas, etc. Un buen corte de pelo es esencial días antes de la entrevista de trabajo y uno debe de presentarse a la misma con el pelo recogido si lo lleva largo y por supuesto bien peinado, cómodo para que no sea una distracción durante la entrevista.

Proyectá confianza con la postura de tu cuerpo. Esto es vital y tal vez te hará recordar los consejos que te decían de sentarte derecho con la espalda recta; no debés apoyarte sobre la mesa y por supuesto nada de recostarse hacia a atrás en la silla; además tu cabeza debe estar erguida y derecha y trata de sentarte un poco al borde de la silla para demostrarle interés a tu entrevistador, pero sobretodo no te sientes en la silla excesivamente rígido, como paralizado, sino correcto y relajado.

Usa expresiones faciales positivas. Todo tu rostro sirve para que te comuniques con expresiones faciales de asombro o de duda; debés tratar de ser positivo con tus expresiones faciales más allá del simple sonreír.

Evitá (o controlá) tus tics nerviosos. Es imposible no tener algo de nervios en una entrevista y a veces uno tiene algunos descuidos como jugar con un bolígrafo, una hoja o una carpeta, jugar con los anillos, el reloj, jugar con los dedos, etc. Identificá esos tics y trata de controlarlos. Si juegas con los anillos o las joyas no las lleves ese día, dejá el bolígrafo encima de la mesa; aunque sin duda la mejor forma de controlar los tics es intentar relajarse antes de la entrevista, sentirte cómodo. Debe de proyectarse una imagen de interés hacia el entrevistador y estar distraído en nuestros tics demuestra lo contrario.

Transmití dinamismo y simpatía con tu cuerpo. No te muestres conflictivo, acorrdate que el entrevistador busca a alguien que va a pasar horas en una oficina con otros compañeros de trabajo y que deben de llevarse todos bien, debes mostrar capacidad de trabajo en equipo y convivencia diaria.

Usá tus manos. Usa tus manos en forma apropiada para enfatizar los puntos fuertes y las cosas más importantes que puedas estar hablando pero no abuses que no estás haciendo un discurso político.

Encuentra el trabajo de tus sueños y alcanza tu máximo potencial.

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