El trabajo del futuro: El dilema del techo de cristal

Hoy en día, muchos paradigmas siguen en crisis. Lo están desde hace tiempo, ya que vivimos, todavía, una época de transición. Para quienes tenemos como propósito cambiar vidas, la transformación es algo habitual. La certeza de que lo único constante es el cambio es una cuestión que tanto a profesionales como empresas nos cuesta asumir y trabajar en el día a día.

Uno de los puntos fundamentales este año es la retención de talento y el desarrollo de entornos laborales diversos e inclusivos, por lo tanto, es prioritario para las empresas prestan atención a ciertos aspectos para conservar el talento femenino en sus estructuras, teniendo en cuenta que el 39,5% de las mujeres están contemplando un cambio laboral en el corto plazo.

En términos de empleabilidad, todavía se encuentran concentradas en áreas como recursos humanos, marketing, ventas, relaciones públicas finanzas y contabilidad; lo que nos permite identificar que todavía hay sectores en los que la brecha de género sigue siendo palpable, como es el caso de las áreas STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Siendo este último punto un aspecto que se debe trabajar de manera conjunta entre el sector empresarial, la sociedad y las instituciones educativas.

Nuestro último reporte sobre mujeres y mercado laboral en Argentina y Uruguay indica que a mayor seniority o sueldo, menor es la presencia de mujeres, lo que deja en evidencia que todavía queda camino por recorrer en materia de diversidad, inclusión y equidad dentro del entorno laboral.

Casi el 40% de las mujeres involucradas en el mismo estudio está pensando en cambiar de empleo en el corto plazo, con el objetivo de obtener mejores beneficios monetarios, acceder a programas de capacitación y planes de carrera claros, además de un esquema de trabajo flexible acorde en muchos casos a su situación familiar.

La pregunta entonces es, ¿qué podemos hacer desde nuestro sector para disminuir este tipo de disparidades? Eliminar o erradicar sesgos inconscientes es sin duda una propuesta atractiva y necesaria, pero antes es necesario identificarlos, en cada uno de nosotros y en nuestras organizaciones. El enfoque de inclusión consciente apuesta por construir un compromiso más cotidiano, amable y alcanzable. En una era en la que somos conscientes que la diversidad es necesaria en nuestras organizaciones y que la pluralidad se ha erigido como una demanda en entornos de decisión, es también un momento que nos exige más proactividad.

Los retos de las mujeres son los retos de todos. Sabemos que es necesario un nuevo estilo de liderazgo, que piense y trabaje para que ninguna minoría quede fuera.