• Adaptabilidad a las nuevas tecnologías y metodologías ágiles. Si bien algunas personas y empresas ya estaban trabajando de esta manera, todavía son varias las que continúan operando igual que antes del COVID-19. Sin embargo, que no lo hayan implementado antes, no significa que no puedan hacerlo ahora. Las empresas que decidan alinearse a esta dinámica de trabajo distinta, deberán pensar en establecer objetivos SMART, para ver el beneficio.
• Contacto genuinamente cercano y solidario. En un estudio realizado por PageGroup LATAM, evidenciamos que el 70,2% de nuestros clientes en Argentina están preocupados por el impacto que la situación puede tener entre su capital humano, financiero y presupuesto. Por ese motivo es clave contar con habilidades blandas en la caja de herramientas. Los líderes que hoy no están preocupados por el bienestar de sus pares y sus equipos; tanto en el plano mental, físico y actitudinal; por estar 100% enfocados en el resultado del negocio, no lograrán la adhesión necesaria para tener un equipo de alto rendimiento. Deberán presentarse como líderes de opinión, para que sus colaboradores entiendan el beneficio de este enfoque, en sus relaciones corporativas. Esto no significa que se tenga que evitar tener conversaciones difíciles o tomar decisiones difíciles, ante el bajo rendimiento o actitudes negativas del equipo.
• Solidaridad. Es un valor clave para posicionarse en el largo plazo, tanto en el ámbito corporativo, público y privado. En este sentido, la Responsabilidad Social Empresarial tomará mayor relevancia, en comparación con la forma cómo era percibida previamente al COVID-19, ya que la sociedad está atenta a ver cómo reaccionan las empresas ante la situación actual.
• Flexibilidad. Hoy todo líder de negocio tiene que estar dispuesto a gestionar una deconstrucción de sus creencias, comportamientos y valores corporativos, en función de lo que se hizo y se viene haciendo. Esto implica que algunas empresas no sólo deberán replantear su modelo de negocio, sino incluso tomar decisiones en función de aspectos más vinculados con facilities, como ser el redefinir el espacio físico que utilizan. Las empresas deberán enfocarse en tratar de transmitir el propósito de su negocio a partir del valor que aportan y ser coherentes entre lo que piensan, dicen y hacen. Por ello, es clave que esa flexibilidad se transmita en los sentidos de urgencia, en la correcta transmisión de los mensajes y en el acercamiento que se tenga con los stakeholders. Esta habilidad les permitirá tener la capacidad de autodiagnóstico.
• Curiosidad. Hoy, es importante hacer las preguntas correctas en función de lo que ofrece el mercado, de manera que se logre identificar si la estructura, el modelo y la dinámica de trabajo actuales son las idóneas para seguir en un mundo que cambió y no va a volver a ser el mismo.
• Creatividad. En línea con la flexibilidad, se ponen a prueba las competencias de los líderes para crear nuevas metodologías de trabajo, estructuras diferentes y nuevos negocios, en función de las necesidades de este nuevo mundo. Para ello no sólo la capacidad creativa será necesaria, sino también la capacidad de impulsar la creación de un ecosistema de equipos, valorando las ideas y aportes de cada miembro, logrando no dar de baja un proyecto sin contar con argumentos sólidos para refutarlo.
• Resiliencia. Si bien es una habilidad trillada; hoy más que nunca los “no” superaran a los “sí”. Por esta razón se requiere de líderes que puedan continuar ante el esfuerzo de trabajar largas horas, sin conseguir el resulto esperado. Aquellas personas que tengan la fuerza para seguir adelante con todos estos obstáculos, serán los ganadores en el corto, mediano y largo plazo. No sólo por en lo que respecta a los resultados financieros, sino en lo que respecta al manejo de sus equipos, logrando mantenerlos activos y motivados, de manera que cuando la marea baje, su entrenamiento y motivación les permita recuperarse más rápidamente.
• Mayor capacidad de análisis. En un contexto en el que el 58% de las empresas argentinas consultadas en Argentina ha congelado la inversión, es notorio cómo el COVID-19 ha llevado a una re-estructuración económica en el que las fronteras y características locales vuelven a tomar importancia. Por ello, cuando sea el momento de revisar los datos y la información obtenida, los líderes requerirán de un análisis más profundo del que podían realizar en un mundo globalizado, en el que antes se buscaba estandarizar costumbres, actitudes y marcas.

Martín Gerding