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En la sociedad y las organizaciones, la salud mental fue un tabú fue durante mucho tiempo. Sin embargo, asi como la OMS refiere en su definición de salud, el completo bienestar físico, mental y social; en el entorno corporativo de hoy no podemos dejar de pensar en que la unidad mente/cuerpo, así como lo profesional y lo personal son indisoluble en cada colaborador.
Años atras, pensar en darle espacio a la salud mental, era considerado innecesario, algo que debia dejarse en el ámbito personal privado e incluso se consideraba que atentaba contra de la productividad. Hoy vemos que estas creencias limitantes que han tenido efectos fácticos en los índices de ausentismo, vacaciones acumuladas, burnout, etc.
La cuarentena obligatoria innegablemente impactó en la salud mental de nuestros colaboradores y hoy gracias a los reportes de salúd públicos sabemos que durante el confinamiento un gran porcentaje de la población experimentó trastornos del sueño ( insomnio, somnolencia diurna), problemas de alimentación, ansiedad, depresión y déficit en práctica deportiva; que además de tener efectos negativos en lo físico, psicológico y social han impactado directamente en la productividad.
Hoy no podemos dejar de pensar en que la unidad mente/cuerpo, así como lo profesional y lo personal son indisoluble en cada colaborador
Actualmente, desde lo organizacional vemos que el bienestar está en el centro de la escena, teniendo como componentes fundamentales:
La organización en su conjunto debe estar alineada en generar una cultura de resiliencia y auto-cuidado, teniendo como prioridades en la conducción de equipos, la humildad, adaptabilidad, y conexión.
A la hora de planificar un plan de acción vinculado al bienestar de nuestros colaboradores, es fundamental tener en cuenta el contexto cambiante para ser flexibles y re-ajustarlo en caso de ser necesario, tener un norte pero no “enamorarnos” de ningún plan, aprender rápidamente de nuestros errores y valorar más la velocidad que la perfección.
El ambiente saludable de trabajo tiene 3 componentes principales: autonomía, colaboración y confianza.
Cada persona debe ser responsable y consciente del propósito del equipo, facilitando así la sinergia y eficiencia entre los miembros dentro un entorno flexible, potenciando así el alto desempeño y la confianza.
A la hora de hablar sobre resultados y productividad, los líderes no pueden dejar de lado la importancia de entender las necesidades del equipo, inspirarlos, generar una conexión, escucharlos de manera empática, desarrollar canales de comunicación y generar propósitos en común.
En términos de resiliencia y crecimiento postraumático, todos tenemos la capacidad de salir fortalecidos de la adversidad y las organizaciones pueden tomar trabajar con sus equipos para generar este sentido de esfuerzo compartido.
Por otro lado, en términos de engagement las organizaciones tienen la oportunidad de generar espacios para dar contención, brindar herramientas y fidelizar a sus colaboradores, logrando de esta manera evitar la fuga de talentos, puesto que en el último estudio de PageGroup LATAM insights 2021, se evidenció que el 60% de profesionales que hoy tienen empleo están contemplando un cambio laboral durante el 2021. En términos de fidelización, esto nos habla de un espacio de mejora por recorrer donde podemos mejorar el engagement y la retención de talento a partir de políticas de bienestar.
La cuarentena obligatoria innegablemente impactó en la salud mental de nuestros colaboradores. En este artículo hablamos sobre los puntos a trabajar desde las empresas para resguardar la salud mental de nuestro equipo.